jueves, 19 de mayo de 2016

LA PRACTICANTE DESCUBRE LA VERDAD

En mi experiencia con las prácticas de este ciclo, académicamente hablando fue buena pues aprendí a llevar una clase, a calificar deberes y a etiquetar a cada niño con un estatus de inteligente o tonto;  jamás olvidare la lección de todos los días que  repetía la docente: “lo más importante en una clase es controlar la disciplina”. Sinceramente me sentí engañada, todo lo que había aprendido no servía para nada, la enseñanza en las aulas de clase se reducía a controlar la conducta y las mentes de los niños, cualquier espíritu soñador y libre era abatido por las reglas y las normas del aula de clase.
Me sentí muy a gusto con los pequeños, me hacían sonreír  con sus ocurrencias e inocencia; me llenaban de calorcito mi corazón, cuando me pedían que les explique cómo hacer la tarea, no sé si era mi emoción de novata, pero me fascinaba que ellos pongan tanto interés por hacer las actividades que tenía planeado ,aunque sentía impotencia cuando no lograban alcanzar  los objetivos que tenía planeado para ese día me consolaba diciéndome, que no había sido en vano, porque los chicos lograban escribir lo que sentían o percibían. Teniendo la responsabilidad del proceso de aprendizaje de mis chicos sentía un pequeño hueco en el estómago por lo tanto tenía que hacerlo bien, no tenía una siguiente oportunidad.

Con la docente no se si pueda etiquetar con algún adjetivo nuestra  convivencia, en algunas ocasiones nos trataba bien y en otras me sentía como un perro regañado cuando nos llamaba la atención, por cosas que para nosotros no eran importantes, como el control del uniforme,  los estudiantes debian ser llamados la atención por llegar tarde y la tan mencionada disciplina  , de hecho en unas mis evaluaciones tengo en observaciones : ”No maneja la disciplina durante la clase”; no me quiero justificar pero si necesito  protestar porque mi actividad se basaba en el trabajo en equipo y para que exista un consenso los chicos deben hablar y ponerse de acuerdo; cuando se excedían con la bulla, les indique que bajen la voz y no les grite, como supongo debí hacerlo.

Hubo un momento de las dos semanas, que sentí que simplemente esto no era para mí, sentía que todo lo hacía mal por los regaños de la docente y por qué no podía poner en práctica lo aprendido en la universidad, estaba en un dilema ya que tenía que decidir si darme por vencida o seguir luchando;  pero no sin antes hablarlo con mi tutor académico que me supo orientar para mejorar mis clases ; y bueno estoy aquí con mi cara de optimismo y mis ganas de seguir aprendiendo para ser una docente de excelencia pero diferente, tener la mejor metodología y dominar los contenidos pero aspirar buscar la mejor forma de llegar a mis alumnos  con alegría y libertad.

3 comentarios:

  1. Comparto tu indignación por muchas realidades que se suponen "superadas" en la labor pedagógica. Creo que estas situaciones no se observan únicamente en el aula en la que trabajamos sino en la mayor parte de ellas; siendo realistas aun falta mucho para que esas inspiradoras teorías estudiadas en la universidad sean llevadas a la realidad.
    En cuanto a lo que mencionas, aquel sentimiento de que esto no es para ti, espero que lo superes completamente hasta nuestra graduación. Cada persona tiene una sensibilidad propia y así como en momentos puedes sentirte abatida, en otros sentirás una enorme satisfacción por ejercer una profesión tan humanizante.

    ResponderBorrar
  2. llegar a conocer las debilidades del sistema educativo es de vital importancia por que con esto sabes que deberías mejorar para que no se repita lo mismo y que los niños se sientan a gusto contigo y con la escuela y sea una alegría para ellos no un tormento y solo esperen el momento de salir. hay veces en las que los llamados de atención nos sirven para poder conocer acerca de las ideas que tiene las demás personas y conocer como podríamos cambiar eso.

    ResponderBorrar
  3. Sol, es un relato excelente. Hay un nivel de profundización interesante en tus reflexiones. No, claro que no debes gritar a los niños, y sí, por supuesto que para trabajar en grupo es imprescindible que hablen...
    Los comentarios de Carlos y Abigail son también muy atinados. Espero que los tres forméis un grupo excelente de un rendimiento espectacular.
    Enhorabuena.

    ResponderBorrar